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Las 5 básicas del estudio


¿Por más que estudias y estudias no te acuerdas de la información en el examen? ¿Estudiar te parece tan tedioso que dejas la actividad al poco tiempo de haberla iniciado? ¿No sabes cómo estudiar una materia que es dificilísima? ¿Te "matas estudiando" una noche antes y llegas al examen con desvelo y te va mal o se te olvida lo que estudiaste a los dos días?... Si te ocurren alguna de estas situaciones, lo más seguro es que estés errando la forma de estudiar, pero no te preocupes, tenemos para ti unas estrategias que pueden ser de utilidad.

Cabe mencionar que la idea de esta publicación NO es darte una receta de cocina, sino una serie de sugerencias que tú puedas adecuar a tus necesidades, considerando que hay algunas características similares en el estudio que nos pueden favorecer o perjudicar, según las utilicemos. Así que vamos a empezar:

a) Haz un cambio de pensamiento. Muchas veces la razón por la cual nos va mal en los exámenes no sólo tiene que ver con que nos falta estudiar o no estudiamos bien, sino que mentalmente nosotros nos saboteamos con pensamientos como "No voy a poder", "seguro me irá mal en el examen", "como siempre, por más que estudiaré, se me olvidará". Los pensamientos anteriores usualmente resultan un "estorbo", ya que no sirven para nada, así que haz lo posible por alejarlos de ti, ya que únicamente desgastan tu energía, la cual podrías estar utilizando en aprender. Te invitamos a que de ahora en adelante, te digas a ti mismo pequeñas frases, como consignas para tu mente. No requieres cosas complejas, puede ser algo como: "quiero aprender, puedo aprender, voy a aprender"; "puedo hacerlo"; "lo que aprendo me sirve", etc.

b) Enfoca tu mente en aprender, no sólo en estudiar. Sí, así como lo lees, la meta final no debería ser estudiar por estudiar, sino estudiar para aprender, es decir, integrar la información que ya tienes como parte de tu formación académica con la que recibes nuevamente. Para ello, requieres de un proceso más consciente de para qué asimilas la información que llega a tus sentidos. Usualmente, cuando vamos a clases, tenemos la tentación de pensar que lo que ahí nos dan es material "de relleno". Temo decirte que si está en tu plan de estudios, significa que es importante para tu preparación profesional.

Tal vez el problema radica en la didáctica de algunos profesores, que sin "mala fe" hacen algunas clases tediosas o cansadas. Por ello esta estrategia no tiene que ver con el método de enseñanza, sino con la utilidad de la información, de tal forma que aunque tu profesor sea poco pedagógico, tú te concentres en buscar aquello que complemente lo que hace falta a tu preparación. Revisa el syllabus o programa de la asignatura, busca por tu cuenta y preocúpate por aprender, no por retener información aislada.

El aprendizaje ocurre cuando somos capaces de hacer conexiones a nivel neuronal, es decir, cuando lo que recibimos genera un click interno que nos ayuda a entender el para qué de ciertos contenidos. Por tanto, si una noche antes deseas memorizar conceptos para tu examen, ten por seguro que tu mente hará un gran esfuerzo, sin embargo, al poco tiempo esa información se habrá ido con el viento.

c) Identifica tu forma de aprendizaje. Cada persona es distinta, pero de manera general existen 3 canales de comunicación para captar y procesar la información. Estos tres canales son: visual, auditivo y kinestésico, propuestos por Bandler y Grinder. Muy probablemente estos conceptos los has escuchado con anterioridad y ya sabes de qué te hablamos. Si no es así, entonces, va la explicación breve:

  • Las personas visuales, como su nombre lo dice, perciben principalmente la información a través del sentido de la vista, ponen mayor atención a los colores, las formas, los diseños; se comunican utilizando palabras como: "ve", "mira", o palabras que hacen referencia a este sentido.
  • Las personas auditivas, perciben la información a través del sentido del oído, por lo que su atención se centra en la forma en cómo se dicen las cosas, el timbre de voz, el volumen; cuando hablan, utilizan palabras como "oye", "me suena", entre otras.
  • Las personas kinestésicas, perciben principalmente a través del sentido del tacto, junto con el gusto y el olfato; su atención se centra en lo que sienten, en las texturas, olores, sabores; cuando hablan utilizan palabras como "yo siento".
Una vez que identifiques tu canal, podrás elegir herramientas para estudiar como: mapas mentales, audios grabados por ti, canciones, crear elementos hechos a mano (artes plásticas) para facilitar tu aprendizaje. (En el próximo post, te compartiremos en específico herramientas de acuerdo a tu canal).

d) Utiliza, si es preciso, recursos extra para captar información. Cuando asistas a clase, pon atención a lo que ocurre en ella, no sólo pidas la presentación del profe y elimina los distractores como las redes sociales; toma tus notas, pregunta, investiga, pide asesorías, haz ejercicios extra, haz grupos de estudio. Si eres distraído, prueba tomar notas de voz (lo ideal es que lo hables con tu profe primero). Te daremos una sugerencia arriesgada: haz acordeones de tus clases... pero NO LOS USES EN EL EXAMEN. Son sólo una forma de integrar la información y de tenerla compacta en un solo lugar, no se trata de hacer trampa. 

e) Cuida tu bienestar integral. Si has puesto en práctica las 4 recomendaciones anteriores, seguro te irá mucho mejor, pero eso no basta. La recomendación que puede ser, tal vez, la más importante tiene que ver con cosas muy sencillas pero siempre necesarias:
  • Aliméntate bien e hidrátate: antes de entrar a clase, al estudiar y antes de presentar un
    examen. Esto te permitirá pensar con mayor claridad, concentrarte mejor y sentirte tranquilo al momento de presentar un examen, ya que no tendrás hambre, ni sueño, ni sed y podrás poner el 100% de tu atención en lo que estás haciendo.
  • Relájate: respira, haz deporte, practica un pasatiempo, baila, sal a caminar, etc. El estrés es tu peor enemigo en el examen. No hay razones para preocuparse: Todo saldrá bien, confía.
  • Cuida tu higiene: no solo física (aséate bien, cuida la pulcritud de tu persona como parte de tu estilo personal), también ocúpate de ella emocional y mentalmente: canaliza aquellas emociones que no te resulten benéficas, aleja los pensamientos destructivos (esto se relaciona con el punto número 1). 
  • Duerme al menos 7 horas continuas (durante la noche): sí, sí... aunque tú digas que no se puede, ten por seguro que es necesario. Durante la noche se reponen energías, por lo que si te desvelas, aunque duermas en el día diez horas, no tienen el mismo efecto, por la falta de producción de melanina. Si pones en práctica todo lo anterior, podrás descansar sin preocupación. Para esto, quita el wifi del celular durante la noche o ponlo en silencio, que no sea otro distractor de sueño.

Esperamos que estas aportaciones sean de utilidad. ¿tienes alguna otra sugerencia? ¡Bienvenida! y recuerda: Tú eres capaz de llegar hasta donde tú quieras, confía en ti. 

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