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Síndrome del edificio enfermo


¿Has escuchado sobre el término del síndrome del edificio enfermo? Quizá haya sido durante una reunión con colegas del trabajo, si eres profesional, o también pudiste haber escuchado este singular título durante tus clases en la universidad o simplemente tu oído captó el mensaje durante una charla habitual. De cualquier forma que esto haya ocurrido, si aún sabes a qué se refiere el síndrome del edificio enfermo, aquí lo explicaremos.

Introducción.

Hoy en día existe una gran tendencia en el desarrollo de grandes proyectos arquitectónicos verticales, donde éstos tienen la peculiaridad de albergar un sinfín de servicios, tales como: oficinas, habitaciones, bodegas, sitios para tiendas, entre otros. La necesidad de que todo esté contenido en una sola edificación, tratando de hacer más eficiente el uso de los espacios, así como ofrecer la comodidad de tener la mayor cantidad de servicios a la mano, implica grandes retos dentro del campo de la ingeniería y la arquitectura, obligando a que mediante el diseño y la planificación puedan ser satisfechas todas las necesidades del cliente para generar la mejor experiencia al hacer uso del mismo. 

Pero ¿qué es el síndrome del edificio enfermo?

Este padecimiento se observa en mayor medida en edificaciones modernas, las cuales tienden a presentar hermeticidad en sus ventanas. Prácticamente, algunos diseños fomentan una ventilación natural, omitiendo que estas construcciones puedan tener ventanas plegables. Para compensar esta hermeticidad del recinto se hace uso de sistemas de climatización y aire acondicionado. 
No obstante, si no se proporciona el mantenimiento adecuado -como lo indican los procedimientos o bitácoras-, con el paso del tiempo, si los filtros que se emplean en los sistemas de re circulación de aire, no son remplazados, éstos se convierten en una fuente potencial para alojar polvo, esporas, virus, bacterias, etc. que al entrar en operación los sistemas de aire acondicionado y climatización, estos agentes patógenos y partículas se esparcen por el recinto, generando que los usuarios enfermen con facilidad, mermando la calidad de vida de éstos elevando el número por incapacidades debido a reacciones alérgicas en vías respiratorias y oculares, produciendo altas pérdidas de eficiencia de productividad en el ámbito laboral, así como otra serie de problemáticas a nivel personal.

Conclusión.

Los programas de mantenimiento son importantes, tanto para asegurar una correcta operación de los sistemas involucrados en las edificaciones, como para evitar que se presenten problemas de salud que merman la calidad de vida y productividad de las personas.
Fomentar la programación de mantenimientos cotidianos (preventivos) para verificar el buen estado de las instalaciones de aire acondicionado y calefacción, así como sus unidades de filtrado, es indispensable para evitar el síndrome del edifico enfermo.


-Extracto de apuntes de la asignatura Fundamentos para Proyectos de Instalaciones. Posgrado de Ingeniería, UNAM-